El Palacio de Riva-Herrera de Santander, edificio civil más antiguo de la ciudad conocido como Palacio de Pronillo, se inauguró el sábado por la mañana tras una profunda rehabilitación llevada a cabo por Ascán a lo largo de los dos últimos años. El secretario de Estado de Cultura, el cántabro José María Lassalle, presidió el acto y acompañó al alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y a otras autoridades, para celebrar un acontecimiento que, según definió, es de extraordinaria importancia para la cultura por ser un "proyecto sobre el futuro con una mirada al pasado actualizada al calor de las nuevas tecnologías y el impulso de la creatividad".
El proyecto de rehabilitación ha sido complejo y ha respetado las trazas arquitectónicas del palacio, habilitando salas para talleres, aulas, salas polivalentes y un gran espacio para exposiciones e intercambio cultural.
La obra ha contado con un presupuesto de 1,5 millones de euros fruto de un convenio firmado en 2009 entre el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Santander, instituciones que han financiado la rehabilitación: el Estado ha aportado el 70%, con cargo al 1% Cultural; y el Ayuntamiento el 30% restante.
A la inauguración asistieron, además de Lassalle y de la Serna, el delegado del Gobierno en Cantabria, Samuel Ruiz; el presidente del Parlamento, José Antonio Cagigas; el director general de Cultura, Joaquín Solanas; el rector de la Universidad de Cantabria, José Carlos Gómez Sal; y el consejero delegado de Ascán, David Díaz Zavala.