El Ayuntamiento de Santander ha entregado  las llaves  a los propietarios  de la última promoción de viviendas de VPO que Ascán ha construido en La Albericia,  en la calle Roy García-Federico García Lorca, 8. Una actuación singular por el número de pisos, sus calidades,  sus  estándares energéticos y las facilidades de pago  de las que se beneficiarán los propietarios e inquilinos de los inmuebles. El acto se ha celebrado en el exterior de las propias viviendas con la asistencia de decenas de nuevos propietarios y del alcalde de Santander, Íñigo de la Serna; del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; del consejero de Obras Publicas, José María Mazón; del responsable de Fomento en Cantabria, Benjamín Piña; del concejal de Obras, César Díaz y del presidente de Ascán, Santiago Díaz Zavala.

La promoción adjudicada a Ascán comenzó a construirse en enero de 2014,  ha  supuesto una inversión de más de 8 millones de euros y ha permitido crear 400 empleos directos e indirectos. Promovida por el Ayuntamiento de Santander a través de la Sociedad de Vivienda y Suelo,  ocupa una parcela de más de 3000 metros cuadrados y cuenta con una superficie construida total de 17.760 metros cuadrados en  un edificio con dos sótanos, planta baja y cuatro plantas de piso y ático,  además de  una gran plaza central. 

Las 111  viviendas   se reparten en cinco portales y cuentan con garaje y trastero. Del total,  59 se destinan a alquiler con opción a compra y 52 a la venta, y, con respecto a su repartición,   cuatro de los pisos tienen una sola habitación, otros 68 son de dos habitaciones y los 39 restantes cuentan con tres habitaciones.  Además, el 5 por ciento de los pisos está reservado para personas con discapacidad,  un porcentaje por encima  del exigido legalmente (el 3 por ciento).

Entre las principales singularidades de esta promoción destaca la aplicación de los máximos estándares energéticos, que tienen la calificación  “A”. El edificio cuenta con una doble caldera de biomasa en paralelo, de 250 kilovatios cada una, que es la mayor instalada hasta la fecha en un edificio residencial en Santander.  Por otro lado, cada vecino dispone en su vivienda de un termostato inteligente programable, y el edificio  tiene  sensores de temperatura para adaptar el consumo a las condiciones ambientales.