La Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria ha adjudicado a la UTE Ascán-Dragados el último tramo de la unión de la S-10 con la S-30 por Morero, una obra cuya inversión asciende a 6,4 millones de euros que conectará, a través de un carretera con una longitud de algo más de seiscientos metros, el polígono de Morero con la localidad de Liaño.
Esta actuación, que según las previsiones comenzará a ejecutarse dentro de un mes con un plazo de ejecución de dos años, es la última fase de un proyecto que permitirá completar un eje viario fundamental para la industria que partirá desde la rotonda del polígono de Morero y que incluye la construcción de un viaducto de 180 metros de longitud sobre la ría de Solía, una de las partes más complejas del proyecto por la propia geomorfología del suelo que necesitará realizar rellenos.
Según la Consejería de Obras Públicas, esta obra va a conseguir completar «un eje viario fundamental entre el norte y el sur de Cantabria que demuestra el apoyo del Gobierno a la actividad industrial, la mayor fuente generadora de riqueza y empleo”
Las tres fases de esta actuación habrán supuesto un desembolso total de 23 millones por parte del Gobierno de Cantabria y la memoria del proyecto recoge que la previsión de crecimiento del tráfico rodado es de un 2% más cada año.